¿Me gusta Alvise? No, pero hay que felicitarle. No le votan los ultras, como asegura el aparato de propaganda monclovita, al que tantos, incluso algunos inteligentes, sirven de altavoz. Los que votan a Alvise son los que están hartos, muy hartos, de toda la clase política, esos a los que María Jesús Montero -¡Qué cara tienes, Marisu!- califica de ¡negacionistas!

El periodismo ciudadano de las redes tiene mucho poder pero es muy veleidoso.

No me gusta Alvise porque no se puede hacer un programa a la contra, hablando de la corrupción ajena y sin proponer mucho propio. Denunciar está bien pero proponer está mejor.

Ahora bien, si Alvise ha obtenido tres eurodiputados, sin dinero sólo jugando con la influencia de las redes sociales, con todo el periodismo en contra y con tan sólo el periodismo ciudadano a favor (y ojo, el periodismo ciudadano de las redes resulta tan poderoso como veleidoso) sin apenas hacer campaña electoral... pues oiga, algo de valor tiene eso para más de algún español. 

PP-PSOE: en lugar de catalogar de ultra todo lo que no os gusta, averiguad por qué hay tanto hastiado en España

¿Se acabó la Fiesta? No, la fiesta continúa.

PP, PSOE, cuidado con el español hastiado: o no vota o vota a Alvise, aunque sea por fastidiaros a vosotros. En lugar de catalogar de ultra todo lo que no os gusta, averiguad porque hay tanto hastiado en España: en concreto, 800.000 españoles.