Escuchar a la ministra que la "emoción se palpa a flor de piel", cuando está hablando de matar al débil o al enfermo, resulta algo ligeramente repugnante hasta para quienes ya tenemos la piel de cuero
Más de 40 años de profesión periodística ha hecho que uno ya no se espante de casi nada. Pero la ministra de Sanidad, Carolina Darias, lo ha conseguido, en la mañana del viernes 24, cuando ha montado un 'show' para celebrar el primer aniversario de la legalización de la eutanasia en España.
Escuchar a la ministra que la "emoción se palpa a flor de piel", cuando está hablando de matar al débil o al enfermo, resulta algo ligeramente repugnante hasta para quienes ya tenemos la piel de cuero, una sensación de arcada que no sentía desde hace tiempo.
Y el aparato del propaganda de la ministra es decir, RTVE, le ha echado una mano a la 'ministra sensible', al declarar que sólo 4.500 médicos se han declarado objetores, la mayoría en Madrid (ya saben, la tierra de la fascista Ayuso). La verdad es que para lo que debería haber una lista era para aquellos mata-sanos, o mata-enfermos, que sí están dispuestos a matar.
Lo dicho: repugnante.
Cuatro consideraciones, entre otras muchas:
Es una ley innecesaria. Si se quiere mitigar el dolor de los enfermos terminales, para eso está los cuidados paliativos.
La eutanasia es suicido asistido. No sé por qué. Si alguien quiere suicidarse que lo haga él solito, sin liar la conciencia de un tercero.
Los médicos intentan mantener la vida, no otorgar la muerte.
La eutanasia es un homicidio, festejarla con la emoción a flor de piel simplemente es repugnante.