Lo ha dicho Cándido Conde-Pumpido, presidente del Tribunal Constitucional y uno de nuestros más destacados patriotas: atacar al Tribunal Constitucional es "atacar a la constitución". Y concluye: lo cual es atacar a la democracia. 

El hecho de que sea él, justamente él, quien preside el Tribunal Constitucional no resta un ápice de objetividad, imparcialidad o ecuanimidad al aserto.... naturalmente.

Ahora bien, los disparates hay que desmontarlos por comparación: si atacar al Tribunal Constitucional (o sea, a don Cándido) es atacar a la Constitución hay que suponer que atacar al Gobierno de España es atacar a España y atacar a Florentino Pérez es atacar al Real Madrid, en su totalidad manifiesta.

Como resulta evidente que no es así tendremos que concluir que si Pedro Sánchez o el señor Pérez, son criticados, el crítico no está atacando a España ni tan siquiera al Real Madrid, sino a Sánchez y a Pérez. 

Tranquilo Cándido, no sufras. Cuando te atacamos a ti no atacamos ni a la Constitución ni a la democracia: sólo decimos que tú puedes ser tan injusto, ya veces tan canalla como Sánchez o Pérez, mismamente.