Bruselas expedienta a Hungría y Polonia por sus normas LGTB. Son los dos únicos gobiernos cristianos que quedan en Europa
El asunto empieza a resultar ligeramente molesto y un punto hiriente. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, está dispuesta a liquidar desde Bruselas, no desde las urnas, a los dos únicos gobiernos europeos fieles a los principios cristianos: Polonia y Hungría.
En este caso, la presidenta de la Comisión ha utilizado la ideología de género para expedientar primero, con ansias de llevar los tribunales después, las leyes polacas sobre los municipios libres de LGTB y la normativa húngara que exige que no se haga propagana en la educación sexual en las escuelas. Como siempre, al fondo, el Nuevo Orden Mundial (NOM), esta vez con George Soros a la cabeza, azuzando el asunto.
Como siempre, acusaciones montadas sobre mentiras y manipulaciones. En estas últimas el gobierno español participa con entusiasmo en esta campaña ligeramente miserable contra Hungría y Polonia.
A ver, ni Budapest ni Varsovia vulneran derechos LGTB. Lo que prohíben es la propaganda LGTB, que es cosa distinta. Lso húngaros no prohíben que se hable de homosexualidad a los niños: lo que prohíben es que se haga propaganda homosexual con los menores. Los poalcos, lo mismo en otro ámbito: una cosa es respetar al homosexual, que hay que hacerlo, y otra hacer propaganda de la homosexualidad y/o financiar esa propaganda. En el resto de Europa no sólo que que se promocione esa propaganda es que, además, se prohibe expresar en público cualquier crítica a los actos homosexuales... porque se considera delito de odio.
Se consuma la canallada de Bruselas. Úrsula, la presidenta conversa al progresismo radical, quiere doblegar la única resistencia católica que existe en la Europa actual
Von der Leyen no sólo quiere llevarles a los tribunales sino chantajearles con los fondos europeos. Cuidado con esto, que parece causa lejana y puede convertirse en causa próxima.
En cualquier caso, se consuma la canallada de Bruselas. Úrsula, la presidenta conversa al progresismo radical, quiere doblegar la única resistencia católica que queda en la Europa actual: los dos países expedientados.
Primero expediente a ambos países por atentados contra los derechos LGTB. Es el paso previo para llevarles a los tribunales. En paralelo les chantajea: o modificáis vuestra legislación como a mí, que no he sido elegida ni por polacos ni por húngaros, me viene en gana u os congelo los fondos de recuperación europeos.
Lo de Ursula Von der Leyen no es un ataque contra Hungría o contra Polonia, que también, es un ataque contra la civilización cristiana, precisamente, la que forjó Europa.