Escribía ayer Cristina Martín sobre Renfe, la muestra más visible de la desastrosa gestión del ministro Puente: otro descarrilamiento… y ya van unos cuantos.

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Pues esto es un no parar de incidencias. Y si no, que se lo digan a los pasajeros del Alvia que cubría la el trayecto León-Oviedo. Porque, menudo trayecto... En los trenes de Puente hay hasta turbulencias.

Eso sin olvidar los tradicionales Cercanías de Madrid, en los que, día sí y día también, hay retrasos, líneas suspendidas o trenes parados sin previo aviso. 

Pero mientras el ministro de Transportes tenga sus redes sociales para entretenerse y poder increpar agusto a quien se ponga en su camino, todo controlado.