Sr. Director:

La Cope es una importante cadena radiofónica propiedad de la Conferencia Episcopal Española; o sea, de los obispos de la Iglesia en España. Para cualquier católico con un mínimo de inquietud ante la cambiante realidad del mundo en que vive, tan agresiva con las bases fundamentales de una sociedad cristiana, la existencia de la Cope debería suponer una ayuda, una orientación y un estímulo en su vida de fe y en su obligada misión evangelizadora; sin embargo...

Sin embargo, para muchos la Cope supone un frustrante referente, pues la mayoría de mensajes de sus comunicadores (grandes profesionales) guardan poca fiabilidad en trascendentales temas respecto a su concordancia con la doctrina católica, generando más confusión que firmeza sobre cuestiones en las que se necesitaría un mínimo de orientación que no cabe cubrir con dos o tres minutillos de «Línea editorial» y algún que otro programa religioso. Y más  desesperanzador aún resulta el seguidismo de la cadena con las directrices de un partido hegemónico cada vez más entregado a lo políticamente correcto, pero católicamente imposible, como acaba de suceder con el tema del aborto. 

Es comprensible que para que una radio resulte comercialmente sostenible, no se limite sólo a contenidos religiosos. Vale. ¿Pero dónde queda aquello de in medio virtus?