Lo cuenta Religión en libertad, esa joya de sorpresas y de altura intelectual. Una familia rezando el Regina Coeli (Reina del Cielo, alégrate, aleluya) ante su casa en ruinas en la asolada ciudad de Los Ángeles, presa del fuego.

Impresionante.

Y ahora la pregunta: ¿por qué los españoles tenemos tanto reparo en mostrar en público nuestra fe, también ante la desgracia? Es verdad que la oración siempre ha sido discreta y discrecional, pero también es verdad que, en el siglo XXI, la sociedad española se avergüenza de Cristo. Por tanto se impone la excepción y la contradicción: a día de hoy el católico debe ser incluso exhibicionista.