Sr. Director:

Entre el 13 de Julio de 1942 y el 23 de febrero de 1943 fueron cruelmente asesinadas 31.000 personas. Se las condenó a muerte llevándolas a las “salas de duchas”. Se les daba un trozo de jabón, se les prometía una taza de café. Entonces el gas cianhídrico, letal, inundaba el recinto. En aquel momento los deportados comprendieron que sus vidas habían llegado a su fin. Entre estos gaseados se encontraban dos hermanas judías, convertidas a la Iglesia Católica y monjas carmelitas descalzas: Rosa Stein y su hermana Edith Stein, filosofa discípula de Husserl, y santa con el nombre Santa Benedicta de la Cruz. Declarada Patrona de Europa por su gran admirador San Juan Pablo II (Papa Filósofo).

Sus últimos días en el campo de concentración antes de ser gaseada, son conocidos gracias a un testigo ocular de los hechos, quien afirma: las lamentaciones de aquellos momentos terribles  previos al asesinato en el campamento de la muerte, eran terribles  principalmente entre las madres. Edith Stein iba de una parte a otra. Entre las mujeres, consolando, ayudando, tranquilizando como un ángel. Muchas madres, a punto de enloquecer, no se había ocupado de sus hijos durante los días, se recocían en una sorda desesperación interior. La hermana carmelita descalza Edith Stein se ocupaba inmediatamente de los pobres pequeños, los lavaba, peinaba y procuraba su alimentación y atención.

En la última carta que escribió Edith Stein a sus hermanas las monjas del convento holandés de Ech, les pedía ropa interior para su hermana Rosa y para ella, mantas y que hicieron presión en consulado judío de Holanda para conseguir el permiso de poder emigrar. La carta terminaba así:” “no me importa lo que me aguarde. Estoy preparada para todo. El querido Niño Jesús está también aquí entre nosotras. ¡Gracias infinitas!” Esta carta la escribió el 6 de agosto de 1942. A Partir de esta fecha se pierde el rastro de su vida. Ahora se sabe que el 7 de agosto de 1942, apenas salido el sol se puso en marcha en Westerbork una columna de vehículos con mil judíos. El punto de destino era el campo de concentración de Auschwitz, entre ellos estaban las hermanas Edith y Rosa Stein.