Sr. Director:

Dice una tertuliana podemita que los hombres acostumbran a matar a sus mujeres. No sé en qué mundo vive ella, pero a lo largo de unos cinco mil años de historia, los hombres se han dedicado a proteger y alimentar a sus familias. Incluso en los países más machistas, sigue siendo el hombre el encargado de mantener a su mujer e hijos. En eso consiste el heteropatriarcado. Naturalmente hay hombres que maltratan a sus mujeres, pero suele ser por problemas de celos y abuso de sustancias como el alcohol o las drogas. No por el hecho de ser mujeres, como quieren hacernos creer. También hay mujeres que maltratan a sus hijos y eso no lo convierte en una costumbre, afortunadamente. Cuando un niño varón viene al mundo se da por supuesto que va a contribuir a la manutención de su familia. A ningún hombre se le pregunta nunca si quiere hacerlo. En cambio, muchas mujeres tienen la posibilidad de elegir entre mantener o cuidar. Así mismo, en caso de guerra los hombres acostumbran a luchar por su país y su familia. Tampoco se les da otra opción.  Hoy en día, las mujeres en el mundo desarrollado no tienen tantos peligros de los que defenderse. Además, la mayoría pueden mantenerse por sí mismas. De este modo, los hombres han perdido parte de su misión en la vida. Sin embargo, la paz no está nunca asegurada. Que les pregunten a los jóvenes rusos y ucranianos si esperaban ir a la guerra. Por eso, como bien decían los romanos: si vis pacem, para bellum. Es decir, que si quieres paz tienes que estar preparado para la guerra. De manera que la función protectora y mantenedora de los hombres no ha finalizado, por mucho que a algunas se les haga bola y prefieran decir barbaridades sin sentido. Todo para justificar sus privilegios y su resentimiento.