Sr. Director
Se debatió en el parlamento de Portugal el proyecto de ley presentado por el Gobierno socialista para legalizar la eutanasia. Buena parte de la izquierda abandera este tipo de ingeniería social como signo de progreso dentro de una democracia avanzada. No es el caso del Partido Comunista portugués, una excepción dentro de esta corriente ideológica, que ya hace dos años impidió la aprobación de otra ley similar. Según el dirigente comunista del vecino país, Antonio Felipe, la eutanasia no es un signo de progreso sino “un paso atrás en la civilización con profundas implicaciones sociales y éticas”.