Sr. Director: Como ha escrito Antonio Argandoña, "muchos años después del liberalismo tradicional, encabezado por Adam Smith, el capitalismo ha ido derivando hacia un sistema que fomenta la desigualdad, es demasiado individualista, da preeminencia a las finanzas sobre la economía real, genera crisis recurrentes, se preocupa demasiado de la maximización, no ya del beneficio, sino de las rentas, que el propio sistema crea y explota; prima el rendimiento, precariza el trabajo… Y me pregunto: ¿es del capitalismo mismo la culpa o es de la modernidad y la postmodernidad en la que nos vemos envueltos?" Porque estos días, en Europa, se acusa al individualismo rampante de haber destrozado la izquierda. Se trata de preguntas esenciales, que no tienen respuesta por ahora, tampoco por parte de los movimientos emergentes en Europa, como los grillini, los Indignados o la más reciente Nuit debout: grupos interclasistas, con relativa formación intelectual, brillantes en la denuncia de las injusticias, pero sin planes, o con respuestas de ineficacia comprobada en la historia reciente de tantos países. Martínez M.