Sr. Director:
Santo Tomás de Aquino continúa siendo el más grande referente de la Teología Católica, pese al menosprecio que se hace de la Teología en el llamado pensamiento líquido de la posmodernidad para el cual no sólo no hay relatos con sentido, sino que ni siquiera admite la verdad objetiva. No sólo en la Universidad, sino incluso en el mismo seminario la Teología es más literatura piadosa que pensamiento solvente y sistematizado. Para el neopositivismo lógico, tanto la filosofía como la teología no son saberes objetivos sino un simple metalenguaje que no se puede verificar.
Santo Tomás de Aquino patrono de la educación católica fue un niño precoz que admiraba a sus maestros por la profundidad de sus preguntas sobre Dios. Murió a los 49 años y dejó su obra cumbre La Suma Teológica sin concluir. En Colonia fue discípulo de San Alberto Magno que supo ver en él lo que sería más tarde, una mente prodigiosa. Estudió en la universidad de Paris. En 1259 regresa a Italia y enseña en el estudio de la corte Pontificia. Regresa de nuevo a Paris en donde los franciscanos y dominicos son vistos por el clero secular como extraños competidores. Después de luchas continuas en París vuelve a Italia enseña en la universidad de Nápoles. Cesa su infatigable trabajo Teológico y toma un breve descanso desde el 6 de diciembre de 1273 al 6 de enero de 1274. No puede concluir su obra la Summa Teológica. Había tenido unas revelaciones por las que llegó a una extraña conclusión: todo lo que había escrito era paja. Emprende el viaje al concilio de Lyon. Su enfermedad se agrava y muere en el monasterio de Fonsanova a fines de marzo de 1274. De Santo Tomás y de su magisterio han hablado con solemnidad todos los Papas. León XIII lo declaró Patrono de toda la enseñanza católica. San Pio X aprobó las famosas 25 tesis como la base para los estudios bíblicos y teológicos. El Concilio Vaticano II en el decreto sobre la renovación de los estudios teológicos y siguiendo las enseñanzas del gran Pontífice Pio XII, se recomienda seguir y escuchar con reverencia las voz de los doctores de la Iglesia, especialmente la de Santo Tomás de Aquino, pues su doctrina es muy apta y conveniente para una seria y profunda formación teológica de los aspirantes al sacerdocio y de los fieles interesados en el conocimientos de la ciencia sagrada. Es de agradecer a la Universidad de Oviedo que aún continúe celebrando la festividad de su Patrono Santo Tomás de Aquino, aunque los estudios teológicos sean ignorados.