Sr. Director:
Según la Constitución de 1978, España es oficialmente un país aconfesional. Sin embargo, se trata de un país de tradición católica.
No es ninguna leyenda, sino una verdad histórica, que el apóstol Santiago el Mayor vino desde Jerusalén a predicar al finis terrae (actual Galicia), aunque su martirio tuvo lugar en Jerusalén en el año 44. España puede decir con sano orgullo que uno de los íntimos del Señor viajó desde Jerusalén hasta nuestra tierra para entregarle el primer anuncio del Evangelio de Jesucristo. Probablemente, ya antes el apóstol San Pablo estuvo en España tras ser puesto en libertad. Seguramente vino aquí desde Roma, en donde había estado encarcelado. Al quedar libre, dicen los entendidos, pudo venir a España, como había sido su deseo, expresado en la carta a los Romanos (15, 19 - 24) con estas palabras: "cuando me dirija a Hispania espero veros al pasar y, tras haber disfrutado algún tiempo de vuestra compañía, que me ayudéis a ponerme en camino"
Tan relevante fue la presencia y misión de Santiago en España, que algunos cristianos de Jerusalén, tras la muerte del apóstol, se encargaron de que sus restos mortales lleguesen hasta Galicia y permanecieran escondidos en Compostela, que era una necrópolis precristiana.
En 1884, el Papa León XIII reafirmó, por medio de una bula, que los restos humanos encontrados en Santiago de Compostela eran los del apóstol Santiago el Mayor.
El profesor Don Enrique Alarcón afirma haber hallado la inscripción Ya'akov con simbología propia de la estética sepulcral judeocristiana del siglo I.
En la llamada batalla de Clavijo del año 844, el rey Ramiro I estaba convencido de que el triunfo cristiano sobre los musulmanes se debía a una aparición de Santiago luchando por un favor de los cristianos.
En el año 1122, el Papa Calixto II instituyó y proclamó que, en adelante, tuvieran la consideración y privilegios de Año Santo Jacobeo todos los años en que el 25 de julio coincidiese en domingo, dado que el 25 de julio se celebra en España la festividad del apóstol Santiago.
En el Medievo, las gentes peregrinaban a estos tres lugares principalmente: Roma, Jerusalén y Santiago de Compostela.
La construcción de la Catedral de Santiago de Compostela se llevó a cabo entre 1075 y 1211, aunque el edificio fue fundado en el siglo IX.
Damos ahora un salto en el tiempo y nos colocamos en el año 1978 en el que más del 90% de los españoles se consideraban católicos. En el año 2023 se consideró católico un 55% de la población española.
El número de españoles que se declaran no creyentes, ateos, agnósticos, indiferentes, está en torno al 39%. A la vista está que el número de católicos en España está disminuyendo a gran velocidad. Los varones españoles son menos practicantes que las mujeres. Y sólo el 28% de jóvenes españoles entre 18 y 24 años se declara católico.
Por otra parte, el hecho de declararse católico, no significa ser católico practicante. Más de la mitad de los que se llaman católicos dice que no va nunca o casi nunca a Misa ni a otros actos religiosos. Exceptuamos aquí la asistencia a primeras comuniones, bautizos, bodas o entierros.
En España ha descendido el número de parejas que se casan por la Iglesia, el número de bautizos, el número de chicos y chicas que hacen la primera comunión. También ha descendido el número de jóvenes que desean ser sacerdotes y el de religiosos y religiosas, así como el de misioneros ad gentes.
En la actualidad, en España existen 70 diócesis, más de 15.000 sacerdotes, cerca de 600 diáconos permanentes, más de 7.500 monjes/as de clausura, más de 32.000 religiosos/as de vida activa, 80.000 catequistas y 957 seminaristas, así como cerca de 9.000 centros asistenciales regidos por la Iglesia Católica.
Gracias a Dios tenemos en España cerca de 23.000 parroquias, 87 catedrales y 639 santuarios.
Para poder evangelizar nuestra sociedad secularizada y atea en la práctica, se requiere que los católicos de España vivamos a tope nuestra fe cristiana y eclesial, y anunciemos a los más posibles a Cristo y su buena noticia salvadora.