El arzobispo de San Francisco, Mons. Salvatore Cordileone, conocido por su defensa de la doctrina católica, hace pública su opinión acerca de ciertos asuntos de actualidad
Sr. Director:
Ahora que hemos dejado atrás el 2024 y hemos estrenado el año jubilar 2025 dedicado a la esperanza, el arzobispo de San Francisco, Mons. Salvatore Cordileone, conocido por su defensa de la doctrina católica, hace pública su opinión acerca de ciertos asuntos de actualidad en un famoso medio de comunicación de masas:
1.- La ceremonia de apertura de los juegos olímpicos de París fue blasfema y grotesca.
La Revolución Francesa trajo más males que bienes bajo la consigna de “Libertad, Igualdad, Fraternidad”.
¿Queremos exaltar y celebrar la blasfemia, la fealdad y el mal gusto?
2.- En Nicaragua, el régimen de Daniel Ortega continúa su ofensiva contra la Iglesia persiguiendo a sacerdotes, religiosas y fieles católicos.
El resto del mundo calla.
3.- En África, los obispos no callan ante el comportamiento de ciertas ONG occidentales que promueven el aborto y la ideología de género.
Occidente debe dejar de imponer ideologías ajenas a la cultura y al sentir africano. Es aberrante y muestra una gran falta de respeto por nuestros hermanos africanos.
4.- La mayor amenaza actual es la ideología de género, porque representa una amenaza directa al orden natural y a la Ley de Dios, y por tanto, a la dignidad de toda persona humana.
5.- Fe y ciencia no están en conflicto, pues el autor de la ciencia es Dios y la fe trata de hacerse razonable mediante el estudio de la Teología.
6.- Es necesario fortalecer la familia según el designio de Dios: el padre, la madre, los hijos, los abuelos, los más débiles de cada hogar, cooperando unos con otros.
7.- La Iglesia debe mantenerse firme ante las tormentas ideológicas actuales, recordando que de Dios nos viene la luz de la Verdad y del amor auténtico.
8.- Debemos enseñar a los pequeños y a los más jóvenes a discernir entre el bien y el mal.
El bien procede de Dios que es el Sumo Bien.
El diablo nos incita a desear y a practicar el mal; por eso necesitamos entrenarnos para el combate espiritual con la ayuda de San Miguel Arcángel y de los santos y santas de Dios.