Vox se está cansando de los continuos ataques que sufren y de la doble vara de medir que se aplica: un ataque a una carpa de Vox no es un 'delito de odio', sin embargo los ataques a las sedes del PSOE sí lo son.

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Esta vez ha sido Ignacio Garriga, el cabeza de partido en Cataluña, quien se ha enfrentado a unos menas que estaban molestando a los miembros de la carpa informativa del partido.

Recientemente era el propio Abascal quien le 'explicaba' a un asistente a uno de sus mítines que le acusó de racista, cuáles son las razones de las campaña emprendidas por Vox en Cataluña. 

Mientras, en Burgos, el chófer del Presidente de la Diputación y Presidente del Partido Popular de la ciudad ha sido pillado 'in fraganti' quitando los carteles de la formación política. A ver si va a ser cierto eso de que uno de los objetivos del Partido Popular sería acabar con Vox...

Ya lo decíamos en Hispanidad, de cara a las elecciones europeas, seguro de su victoria, Alberto Núñez Feijóo juega de nuevo a progre y arremete contra Vox, convencido de que quitarse el olor a ultra va a resultarle rentable en las urnas. Pues, no debería el líder del PP olvidar el 23-J...

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