La guerra en Gaza ya ha tenido consecuencia en Melilla, la ciudad española más alejada de la península y una villa cercada, por tierra y y mar, por los marroquíes.

Los musulmanes son mayoría en la plaza española, superan en número a los cristianos y la inmensa mayoría se siente marroquíes, no españoles. Es más, cada día están más envalentonados y, en determinados barrios, se comportan de forma chulesca ante los melillenses. Naturalmente, muchos de los recién llegado se dedican a delinquir. 

Ahora, aprovechando el terrorismo de sus hermanos de fe en Gaza, los musulmanes melillenses han empezado a provocar desórdenes en la ciudad. 

Mientras, el dobierno español sigue manteniendo la misma actitud cobardona de siempre. España no despliega las suficientes fuerzas policiales ni militares... para no molestar a Marruecos. Naturalmente, los musulmanes se crecen.

Melilla es una ciudad española cercada a la que el Sanchismo ha abandonado a su suerte.