
El CGPJ, presidido por una mujer de izquierdas pero no sectaria, como Isabel Perelló, ha aprobado un comunicado en el que golpea con firmeza a María Jesús Montero. Mientras, Marlaska realiza una defensa tan inteligente como maliciosa, de su compañera y superiora
Marisu Montero aseguró que el testimonio de una presunta víctima de violación es más importante que la presunción de inocencia del acusado. Así, con un par de palabras, pronunciadas, eso sí, con un saleroso acento andaluz, doña Marisu se cargó la presunción de inocencia, apoyatura no del Estado de Derecho, que no deja de ser una cuestión menor, sino de la justicia, que es cuestión mayor.
Estas sentencias deben explicarse muy bien
Pues bien, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) presidido por una mujer de izquierdas pero no sectaria, como Isabel Perelló, ha aprobado un comunicado en el que golpea con firmeza a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, aunque sin citarla, y otorga la razón a la muy polémica sentencia sobre Dani Alves, que insisto es un señor que me cae gordo, muy gordo.
Y como el destino es un cachondo, el CGPJ hizo público su comunicado con Fernando Grande-Marlaska, uno de nuestros peores ciudadanos, ya sentado en la mesa de la sala de prensa de Moncloa, desde la que realizó una defensa tan inteligente como maliciosa, de su compañera y superiora, Marisu Montero. De entrada, aseguró que Marisu había matizado sus declaraciones (sí, en beneficio propio y manteniendo la bestialidad sobre la presunción de inocencia) y luego el ex juez degenerado en ministro, aseguró que él respetaba muchísimo la sentencia del Tribunal Superior de justicia de Cataluña (dictada por un tribunal formado por un hombre y tres mujeres y votada por unanimidad) pero que, claro, este tipo de sentencia deben ser muy claras -el resto no, por supuesto- para que la víctima no se sienta desamparada.
Mientras, Marlaska asegura que la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña es muy respetable pero está mal explicada
Peor fue lo de Pilar Alegría, ministra portavoz, quien, y en trance feminista, optó por el método Stanilavski, aseguró que "¡A las mujeres nos siguen matando, a las mujeres nos siguen violando! Allí, en la sala de prensa de Moncloa.