Recuerden que cuando el Papa propuso el diálogo y ofreció a la Iglesia como mediador, Zelensky reaccionó de inmediato y, con muy mala leche, retorció las palabras de Francisco y le acusó de ponerse del lado del agresor o de equidistancia entre agresor y agredido
Vladimir Putin se muestra dispuesto a negociar con Ucrania: ¿no deberíamos recoger el guante? Sin embargo, Zelensky ha dicho que no y Joe Biden y Von der Leyen continúan insultando al del Kremlin. Una postura verdaderamente tan idiota como inane.
Sí, ya sé que lo que propone Moscú es convertir el frente actual en la frontera definitiva entre Ucrania y Rusia pero dede algún punto hay que empezar a negociar y, en cualquier caso, habría que darle alguna oportunidad a la paz. Porque lo curioso de las guerras de ahora mismo es que nadie pide lo primero que hay que pedir en una guerra: no un alto el fuego, sino la paz definitiva. Vamos, digo yo.
Recuerden que cuando el Papa propuso el diálogo y ofreció a la Iglesia como mediador, Zelensky reaccionó de inmediato y, con muy mala leche, retorció las palabras de Francisco y le acusó de ponerse del lado del agresor o de equidistancia entre agresor y agredido. Curioso, porque Bergoglio argumentaba una paradoja muy lógica y oportuna: para negociar hay que tener mucho coraje. Además, los que negocian, señor Volodímir Zelensky, no son lo que combaten.
Ucrania. Zelensky ha dicho que ni soñar en sentarse con Putin, mientras Joe Biden y Von der Leyen continúan insultándole. Ya han perdido a la Rusia cristiana para Europa. Esperemos que no la ganen los BRICS para China
Es curioso: en Ucrania, en Israel, en Armenia, en Sudán... nadie habla de negociaciones de paz. ¡Qué guerras más raras las de ahora mismo! A lo mejor es que son queridas y nadie quiere que terminen salvo quienes las sufren.
Zelensky ha dicho que ni soñar en sentarse con Putin, que eso es poco menos que una traición. En el entretanto, Joe Biden y Úrsula Von der Leyen continúan insultándo a Putin. Pues qué bien: ya han perdido para Europa a la Rusia cristiana. Esperemos que no acaben por ganarla los Brics para China.
Y no tengo claro que al que le esté gustando esto no sea al propio Occidente. En su molicie, la civilización cristiana occidental se ha vuelto blandita y el cristiano de hoy no está dispuesto a arriesgar nada, mucho menos su vida. Así que lo que hace es enviar armas: los ucranianos ponen los muertos.
Mientras tanto, Rusia propone a Bielorrusia maniobras con armas nucleares tácticas... lo que abre el camino a que Washington y Bruselas se vean obligadas a hacer lo propio con su peón ucraniano
Mientras tanto, Putin, que ya ha descubierto que no puede ganar una guerra clásica, propone a Bielorrusia maniobras con armas nucleares tácticas... lo que abre el camino a que Washington y Bruselas se vean obligadas hacer otro tanto como su peón ucraniano. Las armas nucleares tácticas, es decir, limitadas, no tienen límite en su progresión hacia el uso de armas nucleares estratégicas. Las gordas, para entendernos: las que pueden borrar un país del mapa. Comer rascar y bombardear, todo es empezar.