Menos mal que según el pensamiento progre -una contradicción 'in terminis', lo sé- no hay que hablar de aborto porque es un asunto ya asumido por la sociedad. Menos mal, más mi favor, porque lo cierto es que un año más en el mundo se han perpetrado 43 millones de asesinatos que han tenido como víctimas a los seres humanos más inocentes y más indefensos: los concebidos y no nacidos.

Es el asesinato más cobarde, dado que se perpetra en el seno materno, y lo solicita quien más debería proteger a una criatura: su madre.   

aborto

Hablamos de 43 millones de personas. Recuerden que eso significa casi como diezmar cada año a una España entera, que ahora mismo apenas roza los 47 millones de habitantes. Pero como no se ve...

Y ojo, se trata de abortos quirúrgicos. El aborto químico es muy superior en número aunque sea imposible de calcular. Sí, porque todos los anticonceptivos que hoy se venden en el mercado son potencialmente abortivos: pueden actuar antes de la concepción, cuando se genera un ser genéticamente individuado, distinto del padre y de la madre o pueden actuar después, según depende.

Ojo, se trata de abortos quirúrgicos. El aborto químico es muy superior en número aunque sea imposible de calcular

Incluso se ha llegado a la hipocresía de convertir el aborto, a través de la fecundación in vitro (FIV), supuestamente para dar vida, en un matadero para aniquilar embriones humanos.

Este es un editorial que no necesita conclusiones. Bueno sí, quizás esta: callar ante una tragedia de estas dimensiones... es colaborar. Callar ante el aborto es ser connivente del aborto.