El nuevo estilo de protesta de los activistas climáticos: pegarse al suelo
Hace unos días dos activistas climáticas hicieran su escena tirando sopa de tomate al cuadro de ‘Los girasoles’ de Vincent Van Gogh y pegándose a la pared, pero es sólo una muestra de la ecología estúpida creciente. Ahora se ha puesto de moda que los activistas climáticos se peguen a la pared o al suelo.
Lo han hecho en un pabellón de Volkswagen, eso sí, han pedido calefacción y un cubo para hacer sus necesidades.
Un grupo de activistas climáticos se pega con cola al suelo de un pabellón de Volkswagen, pero pide que no les apaguen la calefacción y que les traigan un cubo para orinar y defecar.
— Cristian Campos (@crpandemonium) October 20, 2022
Es imposible parodiar mejor al progresismo actual. Desertores del arado con pañales neuronales. https://t.co/H2PkjSmXqQ
Y en paralelo, otros activistas se han pegado al asfalto… y uno ha tirado el tubo de pegamento por una alcantarilla. ¡Qué considerado!
Activista ecologista se pega al asfalto y tira el tubo de pegamento en un alcantarilla. pic.twitter.com/I4txeWNCql
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) October 20, 2022
Y por cierto, una de las dos activistas climáticas que tiró sopa de tomate sobre ‘Los girasoles’ de Van Gogh, Phoebe Plummer, reconoce que dicha acción fue “ridícula”, pero la defiende porque “la gente se verá obligada a elegir entre calentarse o comer”. Además, subraya que el cuadro no resultó dañado y pregunta: “¿Vale más el arte que la vida, que la comida o que la justicia?”.