Es lo que va proponiendo Vox, y "claro, estoy en contra, totalmente"
Recordemos, para la señora del vídeo a quien la memoria le va y le viene hasta que consigue asociar lo que le preguntan con Vox -y entonces su mente se clarifica, ¡oh, milagro!-, y para el público en general, qué es el pin parental. Pues se trata de una herramienta para garantizar la libertad de los padres para educar a sus hijos conforme a sus convicciones. Es decir, para que los progenitores puedan ejercer su derecho constitucional a la libertad de Enseñanza de sus hijos.
Perfil medio de la persona “Vox-fóbica”: no tiene ni idea de las propuestas del partido, ni se ha molestado en informarse sobre ellas
— Doctor Tricornio (@Doct_Tricornio) June 4, 2023
Odia a Vox porque su vecina le ha dicho que son unos fachas, o lo ha visto en La Sexta, o lo ha leído en Lo País, o escuchado en La Ser… pic.twitter.com/XOTBMflocs
Gracias al pin parental, los padres podrán decidir si sus hijos asisten a no a charlas sobre adoctrinamiento de género o contenidos morales en sus colegios…Digamos que el pin parental es el derecho a la objeción de conciencia de los progenitores -que de ellos son los hijos, señora Celaá, no del Estado- en materia educativa.
Y sí, lo propuso Vox como una solicitud escrita que va a dirigida a los directores de los centros educativos en la que los padres piden que les informen previamente, a través de una autorización expresa, sobre cualquier materia, charla, taller o actividad que afecte a cuestiones sobre la identidad de género, el feminismo o la diversidad LGTBI, de tal forma que los progenitores puedan dar su consentimiento para que su hijo asista o no. La formación de Abascal -quien ha llegado a utilizar los término "corrupción de menores"- considera que estos contenidos pueden ser "intrusivos" para la "conciencia" y la "intimidad" de los menores.
Lo dicho, el pin parental no es sino un elemento más de la libertad de enseñanza. Ésta consiste en que los padres pueden elegir la educación que se ofrece a sus hijos en las escuelas según sus convicciones, por ejemplo, religiosas. La izquierda, sin embargo, pretende que sea el Estado quien eduque a los hijos pero el Gobierno Sánchez trata de imponer la ideología de género obligatoria, quieran los padres o les repugne.
Como ven, el pin parental es algo positivo pero trabaja en negativo: sólo sirve para evitar que a nuestros menores les laven el cerebro en los colegios. No obstante todo lo anterior, la libertad de enseñanza es mucho más amplia y sólo se podrá conseguir el día en que se instaure el bono escolar. Es decir, un cheque del Estado para cubrir el derecho a la educación y que los padres, con ese cheque en la mano puedan llevar a sus hijos al colegio que les plazca. Y seguro que más de uno se sorprendería...