El local figura en una céntrica calle de Madrid (General Álvarez de Castro) y tiene pinta de no haberse abierto. Lo lógico es que tenga algo que ver con el liberal presidente argentino Javier Milei. Al fin y al cabo exhibe su famoso “Viva la libertad, carajo”. La verdad es que, como Occidente, se ha dividido entre una socialdemocracia progre de izquierdas y socialdemocracia progre de derechas. Así, el mero hecho de definirse como liberal da lugar a la pintada que pueden ver a la derecha de la puerta: “Nazis fuera”.

Y esto es bello e instructivo porque nos muestra y hasta demuestra dónde estamos. Uno puede pensar lo que quiera sobre el liberalismo de Javier Milei. Por ejemplo, podría acharcársele que no le importa el tamaño gigantesco de las empresas privadas.. Ahora bien, que el progresismo haya conseguido que a todo aquel que simplemente enarbole la palabra ’libertad’ se le asigne al nazismo… oiga, hasta a mí me parece un tanto exagerado.

Se puede decir de todo pero hay cosas que no se pueden decir 

Lo mismo ha ocurrido en el Senado. Una organización provida ha querido organizar un Seminario en el Congreso y Félix Bolaños lo ha calificado como 'festival ultra’. No es que no admitamos tus ideas es que ni te permitimos hablar de ellas porque era un extremista, Tanto, que defiendes al ser humano más inocente y más indefenso.

Como dijera el socialista Enrique Barón, que fuera presidente del Europarlamento, “se puede decir de todo pero hay cosa que no se pueden decir”. 

En resumen, no es que no puedas discrepar es que estás descartado. Sobre todo si eres católico, porque cristiano y ultra son sinónimos. 

Y todo ello en nombre de la democracia… naturalmente.