El lamentable éxito del Informe Kissinger
- El documento parte de un dogma calvinista bastante simple: si los pobres son pobres por algo será.
- Y así, propone don Henry: lo que los pobres tienen que hacer es no fabricar más pobres.
- En plata: no tener hijos.
- Para ello tres objetivos:
- 1. Disfrazar el aborto como derecho humano.
- 2. Acabar con el cristianismo y convertirlo en la nueva religión universal sincretista.
- 3. Los líderes del Tercer Mundo deben formarse en universidades privadas.
- Se ordena a la política norteamericana disfrazar el control de la natalidad (aborto) bajo la capa de derechos humanos. Hay que ser bruto para convencer al mundo de que el asesinato es un derecho, pero Kissinger lo ha conseguido.
- Mientras el cristianismo siga siendo el patrón cultural de la humanidad no hay nada que hacer. Kissinger apuesta por una religión sincrética. Un cajón de sastre muy espiritualista, donde quepa todo y no quepa nada. Es el Imperio Romano redivido en Washington.
- Un asunto práctico pero harto interesante. Los políticos, en especial del mundo pobre, deben formarse en las universidades anglosajonas. Primero porque si tienen dinero para intentarlo es que no son pobres, son de nuestro club. Segundo porque desde jovencitos les impondremos nuestros dogmas, todos ello cristófobos y antinatalistas.