El alcalde socialista de Fuenlabrada se niega a que en la localidad se construya un centro de menores, tal como ha anunciado el Gobierno de la pepera Isabel Díaz Ayuso

El regidor está dispuesto incluso a recurrir a la Policía y paralizar las obras de La Cantueña, el edificio que gestiona la Comunidad de Madrid, tras un acuerdo con el Consistorio, y cuya remodelación empezó el lunes para acoger a un centenar de menores sin papeles que recalan en Madrid. "Si tiene que ir la Policía local a notificar mediante decreto a paralizar las obras, irá". "Si no cumplen con la legalidad, tendrán que parar y justificar una serie de requerimientos", ha adelantado Ayala. "No vamos a consentir que esto siga adelante atropellando los derechos de la ciudadanía de Fuenlabrada".

Porque, claro, una cosa es seguir la línea del también ministro socialista, Fernando Grande-Marlaska y anunciar a los cuatro vientos que hay que ser un país receptivo con los inmigrantes y que no hay que general delitos de odio contra ellos: "Los delitos de odio atacan directamente al corazón de nuestra sociedad", llegó a afirmar el ministro del Interior y otra muy distinta es convivir con estos menores. 

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Por su parte, el Consejero Consejero de Presidencia, Justicia y Administración Local de la Comunidad de Madrid, Miguel Ángel García, criticó el “ejercicio de cinismo brutal” del regidor de la localidad del sur porque “no hace caso a una instalación durante 20 años que es gestionada por la Comunidad de Madrid y, cuando se decide dar un uso no solo para que se de acogida a estos menores que llegan a nuestro país y que tenemos la obligación legal de atenderles con este problema que nos ha trasladado el Gobierno central, lo que hace es criticar una cuestión que es simplemente la aplicación de la ley”.

Llegados a este punto, recordemos también la incoherencia de Ayuso a este respecto: la presidenta de la CAM denunciaba agresiones sexuales en Centros de Menas, brotes de sarna y agresividad entre internos, cuando, en su día, respondía a Vox que "la delincuencia no está relacionada con el origen de las personas. No vuelvan otra vez a mezclarlo. Madrid es una región segura". Ya lo veremos, señora Ayuso. 

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