Niños se salvan del aborto. Menos mal
Lo cuenta Religión en Libertad. Tres bebés, dos niños y una niña, procedentes de vientres de alquiler, han quedado abandonados en Rusia tras esfumarse las partes contratantes. La Policía supone que las alquiladas no pudieron entregar el 'producto' a sus compradores a consecuencia de las limitaciones de movilidad por el covid.
Según informa el Mirror londinense, los investigadores creen que los pequeños tenían su destino en China, y que los padres biológicos adquirientes son tres gays que no pudieron desplazarse hasta suelo ruso para recogerlos.
Los niños nacieron en Rusia en abril de madres subrogadas de Kazajstán, que habrían regresado ya a su país. La Policía ha avanzado en su identificación hasta saber que tienen 27, 32 y 34 años y recibieron 11.000 euros cada una.
Los bebés fueron abandonados al cuidado de una niñera en un piso en la ciudad de Krasnoyarsk, donde vieron la luz hace ocho meses. Al no ser reclamados por nadie, se encuentran actualmente en un orfanato público. Y ese podría ser su destino a corto y medio plazo después de que sus compradores -porque en el caso de la gestación subrogada los bebés son tratados como mercancía- decidieran adquirirlos y ahora, al parecer, desentenderse de ellos.
A eso lleva, señores de, por ejemplo, Ciudadanos apoyar los vientres de alquiler, a derivar en casos como este. Los adultos que deciden comprar o alquilar sus vientres, no dejan de ser adultos, pero los bebés fruto de esa práctica tampoco dejan de ser bebés, vulnerables y en casos como este, abandonados finalmente.
Según el comité ruso de investigación al cargo del caso, se está intentando averiguar el paradero de padres biológicos y madres de alquiler "para interrogarles y obtener material biológico" con el que determinar su paternidad -habrán de discernir si las madres donaron óvulos, si sólo fueron gestantes, si los padres son o no los 'arrendadores', etc,etc-. También se ha interrogado al personal sanitario que las atendió, para determinar si violaron la legislación rusa sobre compraventa de seres humanos. Rusia es un país donde está regulada la gestación subrogada de forma mercantil circunscrita a parejas heterosexuales casadas o no, y a mujeres solteras.
El caso de estos tres bebés rusos no es único. Las restricciones en los desplazamientos con las que los gobiernos están respondiendo a la pandemia han dejado a numerosos niños aislados tanto de sus adquirientes como de las madres portadoras, que ya han cumplido su parte.
Fue el caso que en mayo sacudió muchas conciencias, al difundirse la fotografía de varias decenas de niños alineados en cunas como en un almacén a la espera de reparto en un hotel de Kiev (Ucrania).
En aquel caso, sin embargo, los padres biológicos sí eran conocidos. Ahora, por el contrario, la Policía rusa ha tenido que dar a conocer las fotografías de las pequeñas para intentar mover la conciencia de los responsables en beneficio de sus hijos.