Atención: la Europa más boba en 60 años de historia, casi 70, establecerá relaciones diplomáticas con el nuevo gobierno fundamentalista sirio del HTS, al grito, atención, de "No al extremismo". 

Sonaría a cachondeo si no hubiéramos visto la foto de los cancilleres europeos, con el careto de José Manuel Albares justo en medio. 

Ya saben: hay que colocarse lejos del extremismo y de Vladimir Putin y sus aliados chiítas de Teherán para acercarnos a la moderación de los herederos de Bin Laden. Y luego los líderes europeos se preguntan por qué los jóvenes no se interesan por la Unión Europea salvo cuando pueden sacar una subvención: ¡qué cosas!

Para entendernos, Europa camina entre lo malo y lo peor, eligiendo siempre lo peor. A ver: el enemigo es el chiísmo de Teherán no el sunismo de Riad (aún más fanático ése que aquél). 

También la Rusia de Putin, pero manteniendo las relaciones de amistad indisoluble con la China de Xi Jinping. 

Al fanatismo islámico Europa opone su nihilismo woke, cuando resulta que ante la estupidez 'queer' europea... hasta el fanatismo islámico se carga de razones. 

Pero ya, lo de huir del extremismo para negociar con el HTS, ahora en el poder en Damasco, que no deja de ser una rama del tronco nacido con Bin Laden... oiga esto es demasiado hasta para José Manuel Albares.