Las recogidas de basuras suponen un verdadero caso, El reciclaje es mínimo, entre otras cosas porque se multiplican los contenedores y Juan Español no es capaz de asimilar la ingente cantidad de normas. En plata, que nadie sabe dónde hay que echar cada desperdicio. En definitiva, una colección de normas imposibles de cumplir por muy buena disposición que tenga el español.

Entonces es cuando a los políticos se les ocurre una idea originalísima: otro impuesto, esta vez sobre las basuras. Pues bien, lean el interesante comunicado emitido por la Federación Madrileña de Familias Numerosas sobre el nuevo impuesto. No tiene desperdicio.