La verdad es que ahora se entiende todo. O al menos se entiende más. Lo cuenta la Agencia Zenit. El presidente saliente de los Estados Unidos, Joe Biden, se apunta a una logia masónica, un día ante de dejar la Casa Blanca. Es decir, aún como presidente. Ya tenemos otro presidente masón de los Estados Unidos. Con un apunte extra: resulta que era católico.
Y esto es bello e instructivo, por cuanto revela que si Biden era un entusiasta del aborto, de la homosexualidad de la transexualidad y de todos y cada uno de los postulados woke, los mantuvo desde su posición de católico. Un ser, pongamos normal, al evidenciar la contradicción flagrante entre la doctrina católica y su política habrá ptado por una o por otra. Yayoyou no: necesitaba herir conciencias asegurando que lo que él hiciera era bueno porque lo hacía él.
A ver si nos entendemos: el Yayoyou masoncete significa que el enemigo está dentro, dentro de la Iglesia, por si no me he explicado bien.
¿Y esto es grave? Grave no hay nada porque la cabeza de la Iglesia es Cristo y con Cristo nadie puede. Pero digamos que resulta, ligeramente molesto.