Sí, lo sé, es muy malvado, pero, joé, de lectura obligatoria (VER DOCUMENTO ADJUNTO). Es un texto que corre por Internet y que resume el asunto Errejón a las mil maravillas

Estamos ante la leyenda del progre rijoso, que no deja de ser una contradicción aparente y una realidad plausible y muy reveladora. ¿Usted cree que alguien que se burla de la pureza -un Errejón, un Iglesias- puede respetar a la mujer? No sea usted ridículo. Todo el movimiento contraceptivo se basa en la cosificación de la mujer, objeto de placer para el varón pero no de maternidad o paternidad, que eso obligaría a lo que ahora llamamos conciliar y siempre se ha llamado ayudar a la esposa y ser un buen padre. No se engañen, en esa materia, Íñigo y Pablo son lo mismo y una misma cosa.

¿A quién beneficia? A Yolanda no, desde luego.  Podría beneficiar a Pablo pero tras su adjetivo ’siniestro', la verdad es que no lo creo, lo suyo ya no cuela. A quien puede beneficiar es al acosado Pedro Sánchez

Insisto: Íñigo y Pablo son una misma cosa en su visión de las mujeres. Algo que utilizar en su propio provecho.