España condena la ofensiva del M23 en la República Democrática del Congo. Es otra muestra, una más de los albores del Albares, nuestro querido ministro que, cada amanecer, aparece ante nosotros con una nueva toma de postura que siempre, de forma cotidiana, constituye la clave para salvar al mundo. Y esto, piénsenlo bien, cada semana, en ocasiones cada día... un trabajo ingente. 

Por eso, todos los expertos en los precitados albores del Albares se han puesto a pensar que, si don José Manuel condena la guerrilla congoleña del M23, algo bueno debe tener ese movimiento y que si Sánchez defiende al Gobierno de la República Democrática del Congo, nos encontramos, a buen seguro, ante un gobierno peligroso.

Los hechos: el M-3, renacido después de una década, dotado, según el secretario general de la ONU -otro ecuánime-, Antonio Guterres, posee armamento pasado del que le habría dotado la vecina Ruanda. 

El presidente de la República Democrática del Congo, re-asumió el poder hace apenas un año y tiene cuatro por delante, en su segundo y último mandato. Ahora bien, el Movimiento 23 de marzo, conocido como M23, ya casi ha tomado Gomá, la ciudad más importante de la región de Kuvi, en el noreste del Congo.

CONGO

En Kinshasa, Tshisekedi asegura que son Ruanda y Uganda, las que apoyan al M23 y que por esto han podido tomar Gomá, mientras los rebeldes aseguran que avanzarán hasta tomar Kinshasa, es decir, hasta la conquista de El Congo.  

En principio resulta difícil de creer que el líder del M23, Sultani Makenga, se atreva a desafiar a la República Democrática del Congo. Por mucho apoyo que tengan de Ruanda, liderada desde hace demasiado tiempo, por el siniestro Paul Kagamé. Recuerden que hablamos del triunfador de uno de los enfrentamientos más sangrientos del mundo moderno, habido en 1994: el la raza Tutsi frente a la raza Hutu, en Ruanda, donde se calcula que cerca de un millón de personas fueron asesinadas. 

Empezaron los hutus, es  verdad, y eran y son mayoría, pero al final ganaron los tutsis y así, desde el año 2000, el tutsi Kagame es el presidente de Ruanda.

Ahora bien, ese demócrata lleva 25 años y ahora resulta que, a través del M23, quiere conquistar Congo. Gomá, que aún no ha sido tomada en su totalidad, está ubicada a 1.500 kilómetros de distancia de la capital congoleña... por aquellas formidables carreteras, 2.500. 

Además, Congo cuenta con 2,3 millones de kilómetros y 102 millones de habitantes. Ruanda, mide 28.000 kilómetros cuadrados frente a los 342.000 del Congo y está habitad por 14 millones de personas. No creo que David se pueda enfrentar a Goliat.

Además, la guerra no ha surgido allí porque sí: hablamos del norte y noreste del Congo, donde se halla el 50% de las reservas mundiales de cobalto, así como oro, diamantes, coltán, uranio y alguno de los minerales claves para la industria electrónica y de telecomunicaciones, como la turmalina y el wolframio. 

En cualquier caso, asistimos a una nueva matanza en África, movida por intereses pecuniarios y sobre la que Occidente, no hará nada, esperará a que termine, y finalmente se lamentará por la "insoportable", posiblemente "insufrible", cantidad de víctimas inocentes. 

Asimismo, no olviden que el M23 ha surgido no se sabe exactamente por qué pero con armamento pesado. Otra batalla de origen desconocido, un capítulo más de esa III Guerra Mundial por etapas de las que habla el ingresado Papa Francisco en la que encima, no hay buenos, los dos bandos parecen malos, malos y crueles. Todos son malos y además, cristofobos: así, otros 70 cristianos han sido decapitados en una iglesia de El Congo.

Curioso.