Primero fueron sus declaraciones acerca de que el Ejército no está para todo, que algún brillante malvado mezcló con aquella en la que Margarita Robles aseguraba que enviaría ayuda militar al terremoto que sufrió Marruecos. En definitiva, ayudar a los marroquíes sí, a los valencianos no.

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Luego llegó el nuevo vídeo donde, como si hubiera perdido la razón, se ensaña con las víctima de Valencia, a voz en grito. Es una chica muy sensible.

Dos posibilidades: dimitir o ser cesada por Pedro Sánchez. 

Y eso que Margarita Robles parecía la única ministra salvable de Pedro Sánchez. Desde fuera, claro. Dede dentro, los militares ya la conocen y ya saben de su hipocresía.