Marisu sube el impuestos de sociedades, en su línea / Foto: Pablo Moreno
A ver, chicos, el inventario. El impuestazo a las energéticas se evapora, el impuestazo a la banca se mantiene durante tres años más.
Tanto el uno como el otro son injustos pero, atención, la supresión del primero y el mantenimiento del segundo han sido aprovechados por la genial Marisu Montero, la mentirosa más mentirosa de un Gobierno de mentirosos, para colocar otros gravámenes y aumentar, todavía más, el esfuerzo fiscal del español, ya asfixiado por Hacienda, por la burocracia ...y por los bajos salarios netos.
La andanada va, principalmente, contra el español más productivo, porque les recuerdo que en la presente legislatura el Ejecutivo ya les ha subido los impuestos a los autónomos, las famosas cuotas, en dos ocasiones y amenaza con hacerlo en una tercera.
Pero la anterior semana el Gobierno ha aprovechado su cesión ante el PNV en materia de impuestos energéticos (los nacionalistas vascos no querían que el Gobierno golpeara a Petronor-Repsol e Iberdrola, dos de sus principales aportadores) para lanzar una batería de gravámene aún más confiscatorios y, sobre todo, más injustos. A saber: suben el IRPF y las rentas sobre el ahorro. Para ricos, aseguran: no seamos idiotas. El IRPF para ricos no representa nada. Y el impuesto sobre activos dejan de ser una forma de impuesto sobre el patrimonio sobre renta ya ganada antes y que ya ha cotizado antes. El impuesto sobre el patrimonio es de suyo injusto porque se paga dos veces, o se paga de continuo, cada año.
Pero la cosa no podía acabar ahí. Tratándose de Marisu siempre hay algún as escondido en la manga. Así, al tiempo que retiraba el impuestazo energético, el Gobierno decidió subir la fiscalidad del diesel, grabando además a una buena parte de los camioneros que, al parecer, no pueden acogerse a la exención de profesionales.
También se ha frenado el impuesto a las mutuas sanitarias, justo en el momento en que todo español que puede huye de la caótica seguridad social para refugiarse en una mutua sanitaria privada, aunque le cueste más dinero. A cambio, Marisu sube el impuestos de sociedades, en su línea: primero les doy una migajas a las pymes y luego les pega -al menos eso es lo previsto- un hachazo al resto. Esperemos que alguien lo pare. Por ejemplo Jutns, que a pesar de su desquiciado líder actual, un tal 'Puchimón' siempre ha sido más proclive a proteger las pymes que el PNV vasco, amante del burro grande ande o no ande... y si no le hacemos andar con ayuda del Estado español y sede en Euskadi.
Otra mentira mil veces repetidas por el Gobierno: la presión fiscal española es baja... no lo es pero es que, sobre todo, el esfuerzo fiscal es ímprobo y resulta asfixiante. Sobre todo contra los elementos más productivos de la sociedad: profesionales, autónomos y pymes.
¡Pero qué cara más dura tienes, Peter!