La izquierda y distintos medios de comunicación se han rasgado las vestiduras porque, leyendo en los labios, se ve que Isabel Díaz Ayuso, presidenta madrileña, le llamó "hijo puta" a Sánchez mientras el presidente del Gobierno hablaba en la tribuna de Oradores del Congreso.

Naturalmente, Ayuso ha respondido y lo ha hecho con gracejo: no ha necesitado asegurar que le llamó "higo de fruta", como ahora bromean las redes sociales pero salió airosa e hizo bueno aquello de la mejor defensa es un buen ataque.

Ahora bien, Ayuso insultó a Sánchez pero Sánchez injurió y calumnió a Ayuso, que es más grave.

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El caso del hermano de la presidenta madrileña fue archivado. Entonces, ¿por qué Sánchez habla como si fuera cosa probada? Sánchez afirma que Pablo Casado cayó por denunciar un caso de corrupción. Sí, un caso falso.

No vale mentir, señor presidente, pero mucho menos cuando es injuria y es calumnia.