Casi se oye el rasgado de vestiduras de los tertulianos de RTVE, por la piñata de Pedro Sánchez golpeada sin compasión por una serie de energúmenos con poco gusto. Pero, ¿no estamos exagerando un poquito? 

En Hispanidad, ya hemos dicho que hablamos de las dos varas de medir de la izquierda, cuando me insultan a mi o cuando insulto yo, que es muy distinto.

¿Y qué me dicen de las feministas golpeando un piñata con forma de niño no nacido?

No hablamos de lágrimas de cocodrilo sino de odios de cocodrilo. Si lo prefieren de cómo Pachi López y Pili Alegría -Patxi y Pili- hacen el ridi. La ministra portavoz nos ha aclarado que son pocos pero odian mucho, mientras el portavoz parlamentario, con hipérbole vasca, nos aclaró que la agresión a la piñata del presidente del Gobierno puede terminar con la democracia española. Estoy preocupado. 

Ferraz había demostrado que la violencia es un invento progresista, de los matones que envía Marlaska disfrazados de antidisturbios. Ahora, se corre el riesgo de perder todo lo ganado en Ferraz. Por ejemplo, lo ganado rezando el rosario

Es posible que los odios de cocodrilo de Patxi y Pili, se hubieran quedado ahí, en el ridículo de la exageración, que no hubieran llegado a más... si no fuera porque todo un coro de tertulianos -cuerpo de fuerza del Sanchismo- colaborara en la misma pantomima. Hoy mismo, miércoles 3 de enero, acabo de escuchar un rasgado de vestes generalizado en el canal 24 horas de RTVE. Una verdadera competencia en defensa del agredido presidente del Gobierno -bueno, de us piñata- con una escandalizada progresista que aseguró que todo esto viene del 'me gusta la fruta', de Isabel Díaz Ayuso. Por tanto, es el momento de recordar cómo surgió lo de la fruta, y cómo el primer agresor, y el más cobarde, fue Sánchez, no Ayuso. 

Volvamos a Ferraz. Dicen los tradicionalistas que Dios no nos juzgará por nuestras victorias sino por nuestras cicatrices. Vamos, que resulta poco elegante esto de apalear una piñata de Sánchez. Resultaría mucho más arriesgado, más señor, apalear al propio Pedro Sanchez y no a su piñata, porque él suele ir rodeado de guardaespaldas y su piñata no. Pero tampoco es para quitarse los anillos. 

Lo de Vox no tiene que ser la fuerza, sino la resistencia. Hay que tener más valentía para aguantar las bofetadas que para propinarlas. Esto es lo que distingue las causas nobles

Eso sí, muy inoportuno lo de la piñata, porque Ferraz había demostrado que la violencia es un invento progre e institucional, la violencia de los matones que envía Marlaska, disfrazados de antidisturbios. Ahora, se corre el riesgo de perder todo lo ganado en la calle Ferraz. Por ejemplo, lo ganado rezando el rosario, eso que tanto molesta a Pilar Alegría, que sólo es una pero, al parecer, odia mucho el rezo del Rosario.

En cualquier caso, lo de Vox no tiene que ser la fuerza, sino la resistencia. Por ejemplo, para resistir los golpes que recibieron en Vallecas por parte de los antidisturbios de Marlaska, o los golpes recibidos de los indepes catalanes. Hay que tener más valentía para aguantar las bofetadas que para propinarlas. Esto es lo que distingue las causas nobles.

Pero que la democracia está en peligro por una piñata ... Patxi, Pili: menos lágrima de cocodrilo, menos odios de cocodrilo.