Cumbre de la OTAN en Lituania: estamos batiendo todos los récords... de no se sabe qué. Atención, el presidente Zelensky: quiere que Ucrania entre en la OTAN pero la dirección de la alianza, o sea, Joe Biden, le recuerda que antes debe cumplir las necesarias condiciones de seguridad. Es decir, que la OTAN defiende la seguridad de Occidente... cuando hay seguridad. De otra forma, debe esperar.

Pero mucho peor es el cinismo al que nos referíamos ayer, por parte de un Occidente -tanto gobernantes como gobernados- que ya no está dispuesto a asumir riesgo alguno: ese es el problema. Prefiere vaciar sus arsenales y que los ucranianos pongan los muertos, antes que afrontar el hecho de que en la guerra hay que actuar como un cerdo, no como una gallina: ya saben, en los huevos con chorizo la gallina se solidariza pero el cerdo se compromete. 

Y si a esto unimos las maniobras orquestales en la oscuridad del peligroso Recep T. Erdogan, que sigue pretendiendo entrar en la Unión Europea... entonces, en efecto, puede pasar cualquier cosa.