No tiene límites y, si los tiene, los traspasa de continuo. Tras firmar un acuerdo par la renovación del CGPJ, El Sanchismo dijo que a lo mejor cambiaba y que, en cualquier caso, podía cambiar. Solo cuando Europa, según me cuentan, le dijo que menos estupideces, que Bruselas también había intervenido y con ella no se jugaba, Moncloa ha optado por reconducir la situación. Y todavía no ha terminado.

Pero es que esta semana ha sido fina en eso de traspasar límites. En primer lugar, en un decreto para reducir el IVA del aceite, el PSOE modifica la ley para amnistiar a Puigdemont... ¡jodó!

Al tiempo, el Gobierno aprovecha una ley de Igualdad para quitarle atribuciones al Senado sobre el techo del gasto público. No hay dos sin tres: el ilustre fiscal general del Estado, don Álvaro García Ortiz, cambia puestos en la Fiscalía para amnistiar a toda prisa.

Pedro no tiene límites.