Cuadro ‘El poeta pobre’, de Carl Spitzweg
El leer unos poemas. ¿Qué te sugirieron
para que extendieras del tiempo manteles,
y a tu mente volvieran, letras, versos,
que contigo se quedaron rasantes,
en el tiempo?
Tan ciertos, tan lábiles, tan extensos.
Y en tu alma, muy dentro,
volviste a sentir de la poesía,
ese rumor interno,
corriente subterránea contenida,
del hondo pálpito del poeta,
que en su alma anida.
¡Déjala salir, no la contengas!
Que otros podamos gozar de ese rumor,
de ese tú pálpito interior,
donde siempre habita, el poeta y su poesía.
*Del poemario inédito: Ensueño