El hombre de saber saberes es ambicioso,
de llenar su mente de amplios conocimientos,
anda presuroso,
de mostrarlos y que lo alaben, vanidoso,
y sabio se pretende,
de saber esos saberes más que otros.
Pero el hombre en su soberbia no comprende,
que la sabiduría le es dada, no le pertenece.
 
Sabiduría es amar al cercano y al lejano,
sabiduría es comprender al acertado y al errado,
sabiduría es recoger el desamparo,
sabiduría es penetrar el corazón humano.
Sabiduría es la humildad de quien la pide,
a quien puede dar un don tan apreciado,
que al hombre hace grande,
aun estando arrodillado.