Se podría otorgar el ‘Premio Nobel’ de Física a Teresa Ribera. ¿El motivo? Por descubrir que a la sombra hace menos calor. Sí, han leído bien, por descubrir una evidencia de toda la vida.

La vicepresidenta ecológica, ahora en funciones, ha aprovechado el inicio de septiembre para hacer un experimento en Madrid (¡cómo no!, algo que no es casual teniendo en cuenta que tanto en la región como en el ayuntamiento gobierna el PP, tras las mayorías absolutas obtenidas el pasado 28-M) con el que ha demostrado que, a la sombra había 22 grados y al sol había 44. Una evidencia científica de altura que, para nuestra brillante investigadora, demuestra de foma inequívoca, y científica -como creo haber dicho antes- que “no es lo mismo vivir mejor que vivir peor”, así como para reclamar “menos islas de calor y más refugios climáticos”. Traducido: más árboles. Pues para eso dispone usted de un presupuesto, campeona: para plantar árboles, algo que ha hecho bien poco durante la pasada legislattura.

Como el cinismo mostrado meses atrás, que se volvió viral, cuando montó unos metros en bici ¡eléctrica, por supuesto!... tras usar coche y avión durante muchos kilómetros, ahora nos vuelve a sorprender con su preocupación climática. ¿Qué será lo próximo?