
La religión climática tiene tres mandamientos: el primero, producir menos; el segundo, disfrutar menos: comer menos, pasar más frío, etc.
La Fundación Ecoherencia es otra gilipollez, creada con el dinero de nuestros impuestos por el Gobierno de España.
Sí, a este tipo de chorradas se dedican los fondos europeos, que no son gratis, sino que pagaremos a través de dos vías: del presupuesto comunitario al que España aporta tanto como recibe y, lo que es peor, una segunda parte en créditos que tendremos que devolver con intereses.
Y esos aviones se utilizan, entre otras cosas, para crear empleados paniaguados entre los amigos del poder, con cometidos tan chorras como obligar a los niños a llevar una alimentación sostenible, que ayuden a luchar contra el cambio climático.
El tercer mandamiento es consecuencia de los otros dos: reducir el número de humanos sobre el planeta
Me temo lo peor, porque la religión climática propende a dos cosas: devolvernos a la caverna y producir menos, lo que, si hablamos de industria alimentaria, significa comer menos.
¡Qué hambre vamos a pasar!
Y es que la religión climática tiene tres mandamientos: el primero, producir menos; el segundo, disfrutar menos: comer menos, pasar más frío, etc.
El tercer mandamiento es consecuencia de los otros dos: reducir el número de humanos sobre el planeta.