Dos vídeos cortos para recordar. En el primero se ve a una periodista de La Sexta imponiéndose por las bravas -aunque ella lo justifica por tratarse de un "malentendido"- a un redactor de EDATv (Vito Quiles), que tenía la palabra durante una rueda de prensa del portavoz socialista, Patxi López. Y en otra rueda de prensa, cuando, por fin, el periodista rebelde -¿no deberíamos serlo todos?- consigue tomar la palabra, sus solidarios compañeros abandonan la sala de prensa para dejarle solo.

El segundo, con el mismo protagonista, es mucho peor: se encarga de contarlo en RTVE Xavier Fortes, uno de las estrellas de la casa desde la llegada de los socialistas al poder, que califica a su colega Vito Quiles de pseudo-periodista, y a la TV independiente de pseudo-medio. Para entendernos que es el socialista Xavier Fortes quien decide quién puede ser periodista y quién no.  

Que un político decida a qué plumífero responde y a cuál no ya es grave, pero que un periodista de un medio público denigre a sus compañeros porque no piensan como él, mientras los pelotas que le acompañaban, tertulianos de cámara, exigen que se le retire la acreditación para trabajar en el Parlamento... eso significa que los editores y periodistas españoles tienen un papel urgente: rebelarse contra el poder político, el económico y, sobre todo, el cultural, es decir, lo políticamente correcto. Ya no es necesario que el presidente del Gobierno imponga la censura previa: ya lo hacen los propios periodistas.

Por cierto, observen el buen ambiente que reinaba en el Congreso entre periodistas y el reelegido presidente Pedro Sánchez.

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