A Antonio Banderas le perdono que sea un poco hortera. A fin de cuentas es un actor de éxito y un actor de éxito jamás deja de actuar.
Ahora bien, lo que no le perdono es que convierta las procesiones de Semana Santa, en su Málaga natal, en un espectáculo teológico televisado. Y lo digo yo, que nunca he pertenecido a una cofradía ni participado en un paso de Semana Santa, aunque me parezca estupenda esa devoción... mientras no se pervierta su origen, que es el arrepentimiento y la penitencia.
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— Antonio Banderas (@antoniobanderas) April 13, 2025
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«Corazón cofrade, somos fusionados». Tradiciones del #DomingodeRamos malacitano. Buscar a @antoniobanderas en San Juan, con su Virgen de Lágrimas. Apretarse entre esta masa de fieles a escuchar 'Lágrimas de San Juan'. «Guíanos, Señora de favores… pic.twitter.com/cJKreHJ4YK
Al cofrade Banderas se le ha permitido llegar por un camino que no debería ni haber empezado. Si quiere procesionar, que lo haga y se arrepienta en silencio, que en silencio Dios le perdonará. Pero sin montar numeritos ni convertir la Semana Santa en un púlpito para su lucimiento personal.
También este año ha montado 'el numerito'. Como si fuera el portavoz de la cofradía -las cofradías no necesitan portavoces- Banderas ha prorrumpido en sonora afirmación... de lo más progresista, por cierto; "La semana Santa del siglo XXI es solidaria, no hay otra", asegura el padre don Antonio.
Pues mira, no, campeón. La Pasión de Cristo no es solidaria sino redentora. En todo caso, es Pasión de caridad, es decir, de amor recio, no de filantropía blanda.
Al cofrade Banderas se le ha permitido llegar por un camino que no debería ni haber empezado: si quiere procesionar que lo haga y se arrepienta en silencio, que en silencio Dios le perdonará... pero que no convierta la procesión en un espectáculo 'teológico'
Recuerde, don Antonio, que el incoherente es peor que el hereje y el fariseo peor que el impuro. No el llama i lo uno ni lo otro, que no tengo derecho, pero sí le llamo vanidoso.
Por lo demás, procesione usted lo que quiera, que mal no le va a hacer... pero en silencio. Es más reconozco que el hecho de que un actor de su fama dedique un tiempo en Semana Santa a su cofradía puede animar a otros a hacer lo propio -quien no está contra nosotros está con nosotros- pero recuerde que no se procesiona en honor a usted sino en honor a Dios. Y como penitencia, no como lucimiento.