Las apariciones marianas de Garabandal sí eran ciertas pero ahora no interesan. ¿O sí?
Lo explica muy bien Jorge Fernández, en La Razón. Se cumplen ahora 40 años, no de las apariciones marianas de Garabandal (de esas, se cumplen 62) sino de que el principal 'experto' en el informe negativo sobre las apariciones, Luis Morales, se desdijera y pidiera públicamente perdón, convencido -casi un cuarto de siglo más tarde- de que, en efecto, las apariciones de la Virgen en Garabandal eran ciertas y tenían carácter sobrenatural. Vamos que las niñas, las videntes, no se habían inventado nada.
Pero, como diría Calviño, no Nadia, sino su padre, José María Calviño, que así lo dijo cuando, en plena batalla sobre el aborto se negó a difundir en RTVE el famoso video del abortista Bernard Nathanson, El Grito silencioso .. se trata de un arrepentido y, por tanto, no tiene la menor importancia.
No, lo que se cumple ahora es el cuadragésimo aniversario, no de las apariciones marianas en la aldea cántabra de Garabandal sino de cuatro décadas de la rectificación de ese principal investigador nombrado por la Iglesia, el neurólogo y psiquiatra Morales, quien confesó su error o su horror, en el ateneo de Madrid.
Él fue el encargado de elaborar un informe sobre la veracidad de las apariciones marianas a cuatro niñas en Garabandal y decidió concluir que allí no había nada de sobrenatural. Obispos y sacerdotes secundaron el doctorado ataque de Morales a las cuatro niñas videntes y, de paso, censuraron a la Santísima Virgen María.
Y esto es bello e instructivo porque si algo necesita la Iglesia española de ahora mismo es creer en lo extraordinario... que es lo de todos los días.
Y también necesita creer en lo extraordinario porque necesita creer que el brazo de Dios no ha reducido su poder. O sea, necesita creer en la verdad para entender la realidad.
Las apariciones marianas de Garabandal sí eran ciertas pero ahora no interesan. ¿O sí?