Esta obviedad es así, no desde que llegó Irene Montero al Gobierno, sino en cualquier ley, en cualquier régimen, dictadura o democracia
Decimos que alguien ha sido forzado sexualmente cuando no ha consentido en mantener relaciones sexuales. Esta obviedad es así, no desde que llegó Irene Montero al Gobierno, sino en cualquier ley, en cualquier régimen, dictadura o democracia: ¿o es que ha existido alguna ley en el mundo, incluso en la más pavorosa de las dictaduras que despenalice la violación?
Esto es: la ley sociopodemita del 'Sólo sí es sí' consiste en solemnizar lo obvio... que es el libre consentimiento en las relaciones sexuales.
Lo más curioso de toda esta ceremonia de la simpleza consiste en que la misma protagonista de ley del Sólo sí es sí intenta violentar una de las claves del consentimiento: la madurez. Es decir, por una parte nos dice que todo menor tiene derecho a mantener relaciones "con quien le de la gana". Por otro que el consentimiento es la clave de las relaciones sexuales. Ahora bien, el menor no tiene capacidad para decidir algo tan relevante en la vida del hombre como el sexo. Eso es cosa de adultos. Por tanto, un menor -o una menora- no puede acostarse con quien quiera.
Ninguna ley en le mundo, en ningún régimen ha olvidado el libre. consentimiento: ¿acaso hay, o ha habido, alguna ley que despenalice la violación?
Por supuesto, el problema de fondo está en que no es el consentimiento la base de las relacione sexuales si no la libérrima donación de mi cuerpo al otro. Ahí radica una de las contradicciones progres de doña Irene: un menor no está capacitado, ni para la donación sexual de su cuerpo, ni para afrontar la paternidad. Por eso mismo no debe mantener relaciones sexuales por muy consentidas que sean.
En definitiva, la libertad (consentimiento) es un componente del sexo, pero no su elemento principal: el elemento principal de una actividad es su finalidad y la finalidad de las relaciones sexuales son dos, encima inseparables: amor e hijos. Y esto no porque lo diga la Iglesia sino porque lo dice la naturaleza humana y esa antropología básica que conocemos como sentido común.
Las relaciones sexuales entre personas se rigen por esa antropología básica conocida como sntido común
Como diría San Pablo: entre un hombre y una mujer que conviven sexualmente se establece una relación tan intensa que debe ser eternamente disfrutada o eternamente soportada, Y, por supuesto, el sexo sirve para lo que biológicamente sirve: para tener descendencia, que para eso está hecho.
Resumiendo: la razón de ser del sexo es doble: amor e hijos. Ergo, El 'sólo el sí es sí' es una tautología, es decir, una tontería.