Atención a este argumento leído en la red: Sánchez anuncia  la creación de un sistema público de avales para propietarios e inquilinos. Es decir,  A y B son amigos.  A alquila un piso a B.  B se hace inquiokupa… ergo,  A y B salen ganando, a costa de los demás. 

De entrada, sorprende que la alarma social creada por la okupación sea permitida por el PSOE e ignorada por el PP. Las troplelías que se están cometiendo, aprovechando el desprecio del Sanchismo a la propiedad privada han alcanzado un nivel que, de todo, lo único ininteligible es que PSOE y PP, o cualquier otra fuerza política, no le pongan freno. Y el asunto tiene fácil solución: como la de poner en la calle a los okupas en 24 horas.

De salida, llama la atención que no se ponga coto a una impunidad a la que resulta fácil responder: toda okupación que supere las 24 horas será objeto desahucio.        

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Y es que la maquinaria de la subvención pública da para éste y para otros muchos líos. ¿No sería más lógico aplicar el principio de subsidiariedad? ¿Escasez de viviendas? Pues construir vivienda de precio tasado a lo bestia. Pero, eso sí, el que se compromete a un deuda debe abonarla. No vale saltarse la ley y vivir del bolsillo del propietario.

Lo no conduce nada es no tener para pagar pero negarse a abandonar la propiedad ajena