El año 2024 es el ejercicio en que se ha certificado que los tres grandes centros de venta de alimentos existentes en España son Mercadona y los alemanes Lidl y Aldi, que compiten por precio, mientras los dos grandes hipermercados, Carrefour y Alcampo se estancan.

De hecho, los tres vencedores sólo ceden terreno frente a los establecimientos de perímetro regional, como, por ejemplo, el asturiano Alimerka o el cántabro Lupa.

Y ojo cuando decimos que Carrefour está en crisis nos referimos a sus grandes centros, no a los pequeños establecimientos de proximidad, más pequeños, de Alcampo o Carrefour.

¿Qué significa esto? Significa que el supermercado ha vencido al hipermercado y que se acabó la máxima norteamericana de "no parking, no business".

Ahora bien, el triunfo de Lidl, Aldi, y sobre todo, de la española Mercadona, mantiene el modelo de grandes centrales de compra a proveedores y, ojo, supermercados que apuntan a los 2.000 metros cuadrados. Vamos, que es extraño el artículo que no se pueda comprar en ellos, aunque sea de marca blanca.

En cualquier caso, se compite por precio, no calidad.... y la gente ya no está dispuesta a depender del coche para hacer la compra.

¿Y el comercio independiente, la nueva tienda de ultramarinos? Pues sólo el agrupado entre varios autónomos, en fresco (carne, pescado, fruta o verdura y poco más) y aún así con dificultades,

Bueno luego está lo de las tiendas chinas, abiertas hasta de madrugada. Pero esa es otra historia, aunque también obedece al sistema.

La tienda de ultramarinos me temo que ha muerto y la alimentación de calidad y el trato con el cliente quedan para el Corte inglés... y para ese comercio pequeño agrupado.

En todo caso, el supermercado venció al hipermercado. Algo es algo, porque lo pequeño es hermoso y lo grande desastroso... pero el supermercado también es grande.

Y otra consecuencia: vivimos en un mundo digital, de suyo sedentario y no muy aventurero. La proximidad puede resultar eficiente pero no muy romántica.