El presidente socialista de Castilla-La Mancha, debería caer en la cuenta que ser el Pepito Grillo del Sanchismo le honra pero convertirse en una excusa para que Pedro Sánchez presuma de pluralismo interno en un partido que ha convertido en una banda donde sólo manda él, puede resultar un papel un tanto hipócrita.

Pero a él le gusta jugar ese papel, que le evoca honradez y coraje sin límite. Reparte tortas al PP y hasta su propia formación, 

Ahora bien, para mantener tan delicado equilibrio en su imagen, Page debería tener más cuidado con no convertir sus retos en ridículo.  

Ejemplo: para responder al PP murciano y valenciano, que le reclaman agua del Río Tajo para sus resecas tierras, Page propone como alternativa la desalación de agua de mar... ¡con renovables!

Es decir, no se ha leído el plan de Marruecos, un país más seco que España, comido por el desierto. Desde que los musulmanes lo controlan, el Sáhara creció hasta las mismas playas del Mediterráneo. Rabat habla de conseguir agua mediante desalación pero ojo, con mucho más tino que Page, utilizando centrales nucleares para la desalación. Mientras Page habla del absurdo de desalar agua con renovables.

A ver, la energía nuclear no sólo resulta la más barata de todas, sino también la más intensiva de todas. No se puede desalar aguar con renovables.

De hecho, la desalación cuesta el triple que la recuperación de aguas residuales pero , en cualquier caso, la desalación precisa de una energía intensiva que sólo la nuclear puede satisfacer. 

Así que, ¿está hablando el señor Page de volver a la energía nuclear? Seguro, porque ese sistema, ahora mismo, tras las obcecación antinuclear de Teresa Ribera nueva vicepresidenta de la Comisión Europea, contra la energía nuclear, en Moncloa es asunto tabú.

Ahora bien, solicitar desalación de agua con energías renovable supone que el protagonista no sabe mucho ni de desalación de agua, ni de nuclear, ni de renovables.