Decir que en la Conferencia Episcopal Española (CEE) algo, lo que sea, se aprobó por unanimidad es no decir nada. Porque aquello no es un parlamento y porque los únicos que tienen funciones de gobierno -pocas- son los miembros de la Comisión Ejecutiva, y en el día el secretario general y los vicesecretarios generales.

Así que asegurar, como hizo el secretario general, obispo de Toledo Francisco César García Magán que, por unanimidad, sin un solo voto en contra, se aprobó la gestión de Don José Cobo con el Gobierno acerca de la Valle de los caídos, bueno, verán, a lo mejor es forzar la nota.

De hecho, algunos pensamos que no pasaría nada porque las conferencias episcopales desapareciesen, porque en la Iglesia la única autoridad es el obispo, cada obispo, y todos ellos en comunicación con el obispo de Roma.

En cualquier caso, el obispo Magán aseguró que había habido unanimidad porque todos y cada uno de los obispos habían aplaudido el Acuerdo con el Vaticano, representado a estos efectos por el vicepresidente de la Conferencia Episcopal y obispo de Madrid, cardenal José Cobo y el Gobierno de España sobre el Valle de los Caídos que no hace sino aceptar la profanación de la Basílica del Valle, que en parte será convertida en un museo de la mentira, con la llamada resignificación de Cuelgamuros. 

Pues no sé yo de dónde sale esa unanimidad cuando ya son dos los obispos que, en su ámbito de cobertura, el uno en su diócesis, el otro a través de los medios de comunicación que con tanto garbo utiliza, han soltado dos andanadas. Por una parte, el titular de la diócesis de Oviedo, obispo Sanz Montes, quien ha exaltado el Valle de los Caídos, como lugar de oración y concordia. En segundo lugar, el obispo José Ignacio Munilla ha ido directamente a defender al gran damnificado del acuerdo: el expulsado prior de la Basílica de Cuelgamuros, Santiago Cantera, un tipo santo y sabio. 

Dos obispos valientes que, sin apelar a las negociaciones de Don José Cobo ni a las de Pietro Parolin, que han cedido a la resignificación del Gobierno, han defendido el sentido cristiano del Valle y la honradez del sacrificado Santiago Cantera.

¿Seguro que hay unanimidad?