Pasan los días y me sigo haciendo cruces ante el silencio, o peor, la alineación, aún más ofensiva, de las asociaciones de la prensa con Moncloa: las FAPE, APM y compañía, ante el ataque de Pedro Sánchez a la prensa independiente de Internet
Pasan los días y me sigo haciendo cruces ante el silencio, o peor, la alineación, aún más ofensiva, de las asociaciones de la prensa con Moncloa: las FAPE, APM y compañía, ante el ataque de Pedro Sánchez a la prensa independiente de Internet, ya saben el "pseudoperiodismo" de la Red, callan y otorgan.
No olvidemos, además, que el Gobierno cuenta en esta repugnante campaña con un aliado poderoso: los grandes editores, los multimedia, tanto o más deseosos que La Moncloa por cargarse a la prensa independiente de Internet. Y las asociaciones de periodistas, -que no de editores, aunque lo parezcan- calladitas.
Esta es una pelea de Sánchez, en alianza con los grandes medios, contra los medios pequeños, es decir, contra la prensa independiente del Internet. Y en una batalla de estas características hablar de "los periodistas", en su totalidad manifiesta, que diría Forges, es de una hipocresía lamentable. Es lo que ha hecho la FAPE
En definitiva, mientras el poder trata de eliminar a toda la prensa que no figure en el oligopolio de la medios tradicionales -los grandes medios- en el más oscuro ataque a la libertad del prensa de todo el periodo democrático- los periodistas instalados se alían con el Sanchismo para acabar con esos medios.
Sánchez quiere que no exista periodismo libre que le denuncie, salvo en las críticas, tasadas y regladas, perfectamente previsibles, de los grandes multimedia. Pero su intento totalitario tendría pocas garantía de éxito si no contara con el apoyo de los editores y de los periodistas instalados, esos que pretenden que nadie pueda ser considerado periodista salvo ellos mismos.
Los editores pretenden, además, que el pastel, se siga repartiendo entre unos pocos. Y encima, se encarga la persecución de bulos, entre los pequeños, naturalmente, a la socialista Cani Fernández, presidenta de la CNMC, experta en materia económica, no informativa, seguramente con el objetivo de que consagre el oligopolio de los grandes editores... en nombre de la libertad de prensa. ¡Toma ya!
Alguien me dirá que la FAPE sí que ha hablado, al menos por dos veces, en defensa de los periodistas... y yo le responderé que no es asi. Hablar en defensa de los periodistas sin distinguir entre medios grandes y pequeños tiene incluso pecado. Insisto: no es una pelea de Sánchez contra la prensa y los periodistas: es una pelea de Sánchez, en alianza con los grandes medios, contra los medios pequeños, es decir, contra la prensa independiente del Internet. Y en una batalla de estas características hablar de "los periodistas", en su totalidaid manifiesta, que diría Forges, es de una hipocresía lamentable. Otra vez, como diría Chesterton, no estamos en la batalla de lo público contra lo privado: estamos en la lucha de los grandes contra los pequeños. Y son los periodistas de los medios grandes... los que dominan la FAPE, la APM y todo lo demás.
Son los mismos editores y periodistas -y asociaciones- que no sólo han renunciado a ser el contrapoder que siempre fue la prensa sino que, además, se ensañan con los pequeños que les están arrebatando los lectores, sobre todo el lector más inteligente, aquel que no está dispuesto a admitir las medias mentiras del oligopolio, tan amante del rigor y tan poco amante de la verdad.