El TC declara inconstitucional el Estado de Alarma por falta de control parlamentario. De acuerdo, Vox ha ganado y Pedro Sánchez ha perdido. Ahora bien a mí los argumentos jurídicos del TC no me aportan mucho. Porque el muy alto tribunal, seguía costumbre, no entra en el fondo de la cuestión sino que se remite a informar de que Pedro Sánchez no podía haber declarado el estado de alerta sin someterlo a aprobación parlamentaria. Se da así la sensación de que el Parlamento es un órgano mucho más democrático que el Gobierno, que siempre se las dos pueblos. ¡Pero hombre!, si en el parlamento impera la dictadura partidista aún mas que en el Ejecutivo.  

Sinceramente, pocas cosas que fastidien a ese desastre con patas que tenemos como presidente del Gobierno pueden incomodarme. Yo creo que es un deber patriótico y ciudadano, de buen español, hacer todo lo posible para jubilar a Pedro Sanchez y acabar con el sanchismo. Pero, aparte de que no creo que Vox haya estado brillante con la pandemia, donde ha dado más de un bandazo, desde el primer Vox que exigía más dureza al gobierno al segundo Vox que clamaba por la libertad ciudadana, lo cierto es que la cuestión de fondo no es si el confinamiento debería haber recibido el visto bueno del Congreso.

La cuestión de fondo es si el Gobierno tenía derecho a encerarnos a todos en casa, convirtiendo cada hogar en una prisión, destrozando la economía y, encima, consiguiendo más muertos por habitante que los países de nuestro entorno.

Y en cualquier caso, los del TC: ¡a buenas horas mangas verdes! Si vuelve el virus, esa gallina mojada en que se convierte el progresismo cuando se enfrenta a la muerte volverá a hacer lo mismo y esperará año y medio a que el Tribunal Constitucional les diga que lo han hecho muy mal. Y Sánchez temblará en Moncloa, ¡oh sí!